El plástico PE de origen biológico se fabrica a partir de recursos vegetales renovables como la caña de azúcar, el maíz u otros recursos biológicos, lo que supone una alternativa más sostenible a las materias primas derivadas del petróleo.
Ofrece las mismas ventajas técnicas que el PE tradicional, sin diferencias en su aspecto, y puede utilizarse en envases de grado alimentario.