Afortunadamente, los días en que la personalización vencía a la sostenibilidad han quedado atrás. Las marcas entienden que sus decisiones son importantes, y que el tipo de personalización que especifican tiene un gran impacto en la reciclabilidad de sus envases una vez que el producto se ha disfrutado. Pero, por supuesto, eso no significa que las marcas hayan dejado de querer que sus productos destaquen en las estanterías o en las tiendas online.
Más bien al contrario.
Los consumidores están bombardeados de opciones, por lo que la diferenciación es más crucial que nunca. Los distintos materiales de envasado deben emplear diferentes métodos de personalización, en función de las propiedades del material y de la aplicación. Los envases de plástico se pueden personalizar de forma barata y eficaz porque se les puede dar literalmente cualquier forma imaginable, además de que se pueden producir en casi cualquier color (aunque algunos aditivos son menos bienvenidos por los flujos de recogida de reciclado), por lo que es fácil conseguir diseños únicos. Pero, ¿cómo puede personalizarse el vidrio sin que ello afecte a sus credenciales de sostenibilidad?
Los productores artesanales de alimentos, bebidas y productos de cuidado personal son grandes aficionados a los envases de vidrio, ya que suelen congeniar bien con sus clientes objetivo. En general, los consumidores saben cómo reciclar el vidrio en su vida cotidiana. El aspecto sostenible del vidrio se valora por su personalidad tradicional, además de que puede rellenarse en caliente más fácilmente con productos como mermeladas y chutneys sin necesidad de equipos especializados, lo que lo convierte también en una opción práctica, especialmente para las marcas más pequeñas.
Angela Thijssen, Directora de Sostenibilidad de Pont, proveedor europeo de envases, explica que el vidrio es una opción práctica para una serie de aplicaciones habituales en los sectores artesanales. En su opinión, «en los sectores artesanal y de fabricación a mano hay cierto nivel de expectación en cuanto a la forma de determinados productos, como los tarros de vidrio hexagonales para la miel y las botellas de vidrio marrón para las cervezas artesanales. Aunque no hay ninguna razón legal y las marcas son libres de elegir entre una gama de materiales, puede haber una feliz sinergia. Las botellas de cerveza de vidrio ámbar, por ejemplo, tienen mucho sentido porque el vidrio ámbar ofrece una excelente protección contra los rayos UV y, como el vidrio es inerte, mantiene el sabor tal y como lo concibió el cervecero. Además, la curvatura del cuello permite beber cómodamente»
Conocer la normativa
Aunque no hay ninguna razón legal para elegir un envase de vidrio con una forma determinada para un producto concreto cuando se trata de alimentos, bebidas y productos de cuidado personal, sí que hay algunas normativas que conviene conocer. El cumplimiento de las últimas normativas de la UE y el Reino Unido sobre seguridad alimentaria y envasado sostenible está evolucionando, y la trazabilidad también es importante. La legislación actual de la UE sobre envases de vidrio seguros para los alimentos está encabezada por el Reglamento Marco (CE) nº 1935/2004 de la UE, que se aplica a todos los materiales destinados a entrar en contacto con alimentos, incluido el vidrio. El reglamento garantiza que no migren del envase al alimento sustancias nocivas que puedan poner en peligro la salud humana, independientemente del material.
Thijssen añade: «Nuestros clientes nos dicen a menudo que la cambiante legislación sobre envases es un campo de minas, por lo que nos esforzamos en explicarla con la mayor claridad posible. Hay un punto óptimo para explicar sin abrumar. Creo que el hecho de que ofrezcamos envases de distintos materiales significa que nuestro asesoramiento es imparcial, no tenemos que vender nada en particular, así que podemos aconsejar según lo que sea mejor para el cliente y sus consumidores»
Lo mejor incluye lo que tiene buen aspecto, lo que es bueno para el medio ambiente y lo que es rentable, que es donde entra en juego la personalización asequible de los envases de vidrio. Sin las ilimitadas posibilidades de termoformado del PET, el vidrio necesita obtener sus ventajas competitivas de otras áreas, incluso con formas muy apreciadas. Thijssen afirma: «Hay tantas formas de envases de vidrio que las marcas pueden ir más allá de las favoritas y elegir algo más inusual si lo desean. Por ejemplo, los frascos cuentagotas de vidrio ámbar empiezan en 5 ml y son ideales para muestras y productos delicados como aceites esenciales y aceites de CBD. También tenemos frascos sirop de 60 ml a 1000 ml en vidrio transparente y ámbar, con líneas suaves ideales para productos de cuidado personal de lujo, así como salsas y bebidas»
La personalización va más allá de la forma, ya que los envases de vidrio ofrecen un amplio espacio de etiquetado que puede utilizarse para personalizar el producto e informar a los consumidores de los ingredientes, las ofertas especiales y cualquier mensaje de marketing. La elección de un cierre adecuado contribuye también a la personalidad del envase, con distintas opciones de material y revestimiento según las necesidades del producto que contenga.
Los cierres a prueba de manipulaciones aportan otra capa de seguridad alimentaria al producto, mostrando si el envase ha sido abierto mediante un botón emergente integrado en el cierre o añadiendo un precinto, que puede ser tan sencillo como incluir una lengüeta adhesiva. En el caso de los productos alimentarios, un cierre a prueba de manipulaciones favorece la frescura, y en el de los productos de cuidado personal, ayuda a mantener a los niños pequeños a salvo de los productos de su interior, lo que es especialmente necesario en el caso de los medicamentos y los suplementos.
Thijssen concluye: «El papel de los envases va mucho más allá de contener un producto. Hay una responsabilidad con los consumidores y sus familias, hay una responsabilidad con el planeta. Las marcas tienen la responsabilidad de ser comercialmente viables. Nada está en el vacío. Por eso asesoramos sobre todo el envase; entendemos que el envase es importante, pero no tiene por qué ser estresante… ¡ni insostenible!»
